El
éxito depende de nosotros mismos, de nuestros pensamientos y sueños.
Seguramente cuando tú, papá, mamá, decidieron
emprender la familia, los amigos y
conocidos les dijeron en algún momento: “cómo se te ocurre”, “los negocios
están difíciles y se requiere de mucho dinero”, “vas a perder el tiempo y la
plata”, “es muy arriesgado”. Papá, mamá, no permitan que sus hijos e hijas se dejen influenciar por estos y más conceptos que escucharán en
su momento y que, si no los ignoran, se llenarán de dudas y no arrancarán nunca,
sus sueños quedaran guardados en el
cajón de los recuerdos o los tirarán a la basura y seguirán
de empleados, o golpeando puertas para que les den una oportunidad.
Nunca sabrán en realidad si se hubieran lanzado
a emprender, como habría cambiado su vida y la de sus familias.
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